3 de abril de 2011

No me sale

La comunicación es una de las primeras cosas que aprendemos en la vida. La sociedad misma nos pone "una 22" en la nuca, obligándonos a dialogar: sino no somos nada. Pero lo curioso es que, en cuanto vamos creciendo, asimilando palabras y aprendiendo a hablar, menos sabemos qué decir o cómo pedir lo que queremos de verdad. Elegimos callar constantemente, por miedo, por cobardía, por falta de ánimo o escaces de ideas coherentes (o éso queremos hacernos creer). Dejamos de comunicar nuestros problemas, de gritar nuestros hastíos (de enamorar nuestras palabras). Es realmente curioso: lentamente nos vamos enmudeciendo, y aquellas primeras palabras que aprendimos a decir, "mamá" o "papá", se van convirtiendo en las últimas que pronunciamos. ¿ Será que con tantos verbos, adverbios, idiomas impropios, conjugaciones i programas de TV hemos perdido nuestra capacidad de diálogo ? Encuentro tantas excusas baratas para justificarlo, y otras no tanto. De todos modos, el problema sigue aquí, mirándome y sonriendo, bien calladito y escondido en el más allá de mis neuronas, inmóviles por no saber qué hacer.


tengo tanto para decirte, que no me sale

No hay comentarios.:

web traffic