22 de noviembre de 2007

Cuando un angel llego a mi vida

Cuando era niña, me habían dicho que todos teníamos un ángel de la guarda; alguien que te cuidaba en la noches y te acompañaba en los días; alguien que te protegía de cualquier peligro en la vida... Cuando viví desgracias descubrí que estos ángeles no existían. Eran sueños: solo cuentos de hadas que te decían para que no tengas miedo de vivir la vida... Cuando tenía 15 años estudié en el colegio que hay ángeles buenos y ángeles malos; que eran “criaturas totalmente espirituales, sustancias completas, superiores al hombre e inferiores a Dios, que no tenían forma ni figura sensible ni color”; pero esto era muy complejo para llevarlo a la realidad; sinceramente lo entendía pero negaba que toda esa perfección existiría en la vida... Cuando caminaba sola encontré un ángel, de esos que me habían dicho que te cuidarían; de esos que yo concluí que no existían; de esos que estudié un día. De esos ángeles yo encontré uno en mi vida...
Un ángel oscuro, tímido y que, a partir de ese día, era mío. Un ángel nuevo, moderno y totalmente distinto al “esquema angelical”: era un ángel negro. Pero era mi ángel de la guarda, mi ángel de los sueños, mi ángel malo y bueno...
Conocerlo fue toda una ecuación matemática: siempre, siempre, siempre me quedaba y me quedó una incógnita (¿por qué vos?) Mi ángel me enseñó a volar, a desprenderme de lo terrenal, me enseñó a vivir sin pensar, a no preocuparme de las cosas simple, a vivir el día a día, a vivir la vida!... Fui feliz, con mi ángel fui feliz... volé tan tan tan alto con él que me enamoré, ya que era el único que estaba a mi lado, ya que era el ángel que soñé, ya que lo amé...
Pero no solo yo cambié, al contrario, creo que mi ángel creció a mi lado mas que yo. Aunque no lo crean, ví como un ángel negro se convirtió en blanco, como un ángel bueno se convirtió en malo...
Pasó el tiempo, y este ángel tan solo “volaba” en SU vida: no tenía proyectos, ni sueños, tan solo vivía. Está bien, era un ángel ¿por qué tenía que tener sueños y proyectos?... Porque “¡Sin sueños no hay vida!”...
Este ángel voló y voló, y como yo no lo seguía, me dejó. Los dos queríamos que el otro cambie, pero nunca vamos a aprender que cambiar no es volar ni soñar; cambiar es amar, una forma de amar... Porque si uno vuela y no sueña, o sueña y no vuela (no deja de preocuparse por lo terrenal) no vive, no ama, no cambia...
Mi ángel negro o blanco, bueno o malo, existió y me amó, me dio vida, me protegió y cuidó... muchas cosas me enseñó y muchas otras me reprendió... Mi ángel vivió, voló y me dejó... Mi ángel está en mi corazón desde aquel día... desde aquel calurosos mediodía... desde aquel beso a escondidas. Desde ese día un ángel llego a mi vida

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